Por ahí dicen que una técnica para que un hombre se fije en una mujer, es que ésta se presente como una chica débil que necesita de la protección de un "macho" rudo, pero ¿es qué acaso los hombres se asustan cuando ven una mujer que no necesita de un varón para protegerse de los peligros?.
Está claro que en gustos no hay nada escrito y que obviamente no todos los hombres tienen las mismas preferencias, es decir, no a todos les gustan las chicas sensibles, débiles, pero de que algunos les asusta; de eso no hay duda. En el mundo de hoy, las mujeres se presentan cada vez más exigentes, ya sea desde el punto de vista laboral, económico como también desde el sexual; entre otros. Los hombres muchas veces no saben cómo responder a estos requerimientos y de hecho se asustan, cuando una mujer exige satisfacció sexual y es que al parecer ya pasó esa época en la que el hombre era reconocido socialmente como el agente activo en la relación sexual; mientras que la mujer era presentada como el agente pasivo de la relación, es decir, sólo se limitaba a recibir, más allá si sus necesidades eran o no satisfacidas.
Por generacione se ha asumido que el hombre es superior, incluso en algunas culturas las mujeres son consideradas derechamente como inferiores. De hecho en la antigüedad no era mal visto que los varones tuvieran amoríos con mujeres fuera del matrimonio; ya que se consideraba que justamente esas mujeres estaban ahí para satisfacer sexualmente a los hombres y que sus esposas no debían sentir deseo sexual; puesto era muy mal visto en una mujer "decente". Ahora, en la actualidad, la situación no es igual, pero todavía hay personas, que califican de sueltas, putas a mujeres que tienen una vida sexual activa. Aquello se puede ver incluso en las mismas divisiones que los hombres hacen de las féminas: unas son para lesear, para el rato, es decir, sueltas y las otras son para comprometerse; ya que son más señoritas. Mientras que los hombres son todos iguales, no hay divisiones; porque incluso en una familia en la que hay hijos e hijas, se notan esas diferencias; ya que las retricciones siempre son mayores con las hermanas; ya que hay criar a la niña como una señorita, porque de lo contrario ningún hombre se fijaría en ella para algo serio. En cambio los hermanos gozan de libertad y no es poco casual escuchar frases como las siguientes: "Es que él es hombre, tú eres mujer y te puede pasar algo y además no quiero que andes en la boca de la gente".
Otro punto importante de destacar es esa constante de creer que a las mujeres les puede pasar algo malo y a los hombres no, como si ellos fueron superpoderosos y ellas simplemente vulnerables a cualquier peligro y es que al parecer una mujer está segura siempre y cuando vaya de la compañia de un varón que pueda defenderla en caso de presentarse un problema, como si no existieran mujeres capaces de cuidarse por sus propios medios. El caso es que si las hay y lo peor de todo es que son consideradas como ahombradas, o sea que hacen cosas de hombres; me pregunto: ¿Es una característica exclusivamente varonil defenderse si te han molestado o golpeado?. Creo que no y que la fuerza no es una facultad especial de los hombres, sino que a mi parecer está muy bien que las mujeres estén cada vez preparadas en defensa personal, karate, etc.
Pero considerar a una mujer de ahombrada no es una mera calificación; ya que si la chica es marimacho, los hombres no la toman en cuenta, porque claro esa mujer no calza con el estereotipo de señorita dulce, indefensa, en conclusión con la idea de la chica que necesita de un hombre para sobrevivir en este mundo tan peligroso.
Por mucho que les cueste comprender a algunos machistas, la mujer hoy en día si puede ser más exitosa que el hombre. Algo que a muchos les irrita es ver cómo sus esposas ganan más dinero que ellos, como si lo que hacen las féminas fuese inferior. Otro ejemplo es considerar que la mujer que es dueña de casa, no trabaja; se desmerece la labor de madre y de cuidadora de un hogar, como si educar a los hijos y hacer el aseo o cocinar no implicará tiempo, dedicación e inteligencia.
Y es que a los varones machistas no les queda de otra, que acostumbrarse q que su dinero no es el único que sirve en el hogar o llevandolo a otro plano, por ejemplo, una mujer si puede invitar a un hombre a comer o a salir, no está mal y está bien muchos se cohiben, se sienten humillados y les da miedo, pero no hay otra opción: las mujeres pueden ser igual de fuertes, capaces, exitosas y exigentes que un hombre, aunque ello vaya contra el orgullo de algunos y algunas.