sábado, 9 de mayo de 2009

renacer...


Pasaron más de dos años, personas, alegrías y tristezas. Y al verte comprobé que nada había cambiado; seguías teniendo esa capacidad de ponerme nerviosa y de hacerme sentir ese cosquilleo en el estómago. Entonces, mi vida se llenó de recuerdos y de ilusiones. Los pensamientos se volvieron la cuna de los sueños de una adolescente enamorada y el corazón muy alocado por la esperanza de una nueva oportunidad, se disparató latiendo muy fuerte cada vez que pensaba en ti.
Un sentimiento, que a pesar del tiempo transcurrido, renacía tan intacto como siempre y es que esa dosis de ternura y misterio en tus ojos, sigue siendo el detonador perfecto de mis sentimientos...